En esta era saturada de información, la atención del consumidor se ha convertido en uno de los recursos más escasos y valiosos. El auge del video corto y del contenido generado por usuarios ha hecho que el acceso a la información sea más fácil que nunca. En este contexto, la publicidad tradicional e intrusiva ha ido perdiendo efectividad, mientras que el marketing basado en contenido que responde a los intereses del usuario está ganando terreno.
Al mismo tiempo, los avances en inteligencia artificial están acelerando la producción de contenido —textos, imágenes, videos— a un ritmo sin precedentes. A medida que la información crece de forma exponencial, la atención del consumidor se fragmenta aún más. Para las marcas que buscan expandirse globalmente, surge una pregunta clave: en un mundo sobresaturado de contenidos, ¿deberían competir por volumen o por impacto?
Un cambio en el comportamiento del consumidor
La revolución digital ha transformado el panorama mediático: de una comunicación unidireccional a una red descentralizada y participativa. Hoy en día, cualquier persona puede crear y difundir contenido en múltiples plataformas, sin depender de los filtros de los medios tradicionales. Aunque esto ha enriquecido el ecosistema informativo, también ha generado retos: sobrecarga de información, fragmentación de los mensajes y dificultad para verificar la autenticidad.
En los mercados más maduros del extranjero, los consumidores buscan cada vez más contenido creíble, objetivo y auténtico para orientarse en medio del ruido digital. En este escenario, los medios tradicionales están recuperando protagonismo gracias a su profesionalismo y estándares editoriales, marcando una tendencia hacia la «recentralización» de las fuentes confiables.
Comercio de contenido: un puente entre marcas y medios
En este nuevo panorama emerge un modelo de marketing innovador: el Content Commerce. Esta estrategia se basa en colaborar con medios reconocidos para ofrecer contenido valioso que informe al consumidor y al mismo tiempo promocione la marca. A través de artículos patrocinados, enlaces de afiliación y códigos de descuento exclusivos, las marcas pueden integrar la experiencia de compra dentro de contenido confiable.
Este enfoque beneficia a ambas partes: las marcas ganan exposición y credibilidad, y los medios monetizan su contenido con modelos basados en rendimiento. Para lograr asociaciones exitosas, los equipos de marketing deben enfocarse en los siguientes aspectos clave:
1. Elegir los socios de medios adecuados
Seleccionar plataformas que compartan los valores de la marca y que lleguen al público objetivo. Evaluar:
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Coincidencia de audiencias: ¿Existe superposición entre los seguidores del medio y los consumidores potenciales de la marca?
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Alcance e influencia: ¿Qué canales de distribución utilizan? ¿Cómo es su tráfico y nivel de compromiso?
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Experiencia previa: ¿Con qué tipo de productos suelen trabajar? ¿Han colaborado con marcas similares?
2. Enviar propuestas de colaboración claras
Dado que los equipos editoriales reciben muchas solicitudes, es importante presentar la propuesta de forma clara y concisa. Se recomienda enviar el correo de invitación entre 4 y 6 semanas antes (8 semanas en el caso de medios grandes), incluyendo:
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Destacar el producto: Incluir datos relevantes como certificaciones, opiniones de usuarios, rankings o cifras de ventas públicas.
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Explicar la afinidad de marca: Demostrar cómo la marca encaja con el estilo, el público y los valores del medio.
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Definir la propuesta comercial: Detallar el formato de colaboración, modelo de comisión y expectativas de rendimiento.
3. Construir relaciones a largo plazo
Una vez establecida una colaboración exitosa, es ideal convertirla en una relación duradera. Mantener a los medios informados sobre novedades del producto, opiniones de usuarios y métricas de rendimiento contribuye a fortalecer la alianza a largo plazo.
Fórmula para el crecimiento de marca: Contenido × Tiempo
En un mercado digitalizado, el crecimiento de una marca depende cada vez más del contenido. La fórmula “Crecimiento de marca = Contenido × Tiempo” refleja dos dimensiones esenciales del éxito: amplitud y profundidad.
Expandir la amplitud del contenido
La amplitud se refiere a la variedad y el alcance del contenido. Tal como una matriz de recomendación, el contenido debe abarcar distintos nichos y plataformas para atraer a públicos diversos. Esto implica construir una red de colaboradores variados: creadores, medios especializados e influencers.
Profundizar el valor del contenido
La profundidad también es clave. Las marcas deben ofrecer contenido útil, creíble y emocionalmente relevante. Al enfocarse en la calidad y la narrativa a largo plazo, pueden generar vínculos duraderos con sus audiencias.