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Los pedidos estadounidenses suspenden los envíos y los vendedores transfronterizos aceleran su giro hacia el mercado europeo

Recientemente, la nueva ronda de políticas arancelarias de Estados Unidos ha provocado un gran impacto en el comercio global, afectando gravemente la logística internacional y la industria naviera. Muchos remitentes han pausado sus envíos, los importadores estadounidenses han pospuesto o cancelado pedidos, y los agentes de carga han detenido las reservas, causando una gran interrupción en la cadena de suministro.

Según los datos, el volumen de contenedores enviados a EE. UU. cayó de 516,000 TEUs a 169,000 TEUs en solo una semana, una disminución del 67%. En la ruta Asia–costa oeste de EE. UU., el volumen cayó de 148,000 a 54,000 TEUs. Al mismo tiempo, el índice de tarifas del Intercambio de Transporte Marítimo de Ningbo sigue bajando, con una caída del 2.3% en las tarifas hacia la costa oeste y del 0.5% hacia la costa este. Para estabilizar los precios, las navieras han reducido el 30% de la capacidad transpacífica, aunque la caída en la demanda continúa.

Aproximadamente el 40% de los envíos de China a EE. UU. se han detenido debido a los nuevos aranceles, y se espera que las exportaciones del comercio electrónico transfronterizo caigan hasta un 50%. Para evitar aranceles acumulativos de hasta el 125%, los costos del transporte aéreo se han disparado. Las tarifas de reservas anticipadas desde Los Ángeles a Shanghái han aumentado a 2 USD/kg, y las reservas de último minuto superan los 5 USD/kg. Algunas rutas desde la costa este incluso alcanzan los 11 USD/kg.

En redes sociales, muchas fábricas han informado la suspensión de producción para pedidos de EE. UU. Los vendedores comparten mensajes similares: “Nuestro último cliente estadounidense canceló los envíos” y “Incluso los pedidos personalizados han sido detenidos”. La imprevisibilidad de la política comercial de EE. UU. ahora se considera una amenaza mayor que los propios aranceles.

Expertos de la industria señalan que el 90% de los productos exportados por comercio electrónico desde China a EE. UU. se transportan por vía marítima, no aérea como muchos suponen. Se espera que las nuevas normativas afecten más severamente al transporte aéreo, lo que podría reducir drásticamente ese segmento.

Ante la inestabilidad del mercado estadounidense, cada vez más vendedores chinos están explorando mercados alternativos, siendo Europa el principal destino. Según una encuesta reciente, el 61% de los vendedores transfronterizos planean enfocarse en el mercado europeo. El Reino Unido y Alemania son los destinos preferidos, con un 12% de interés cada uno. Francia, Italia y Polonia también muestran un potencial creciente gracias a su diversidad y demanda.

Carry, un vendedor de Amazon con sede en Shenzhen, comentó que los aranceles lo obligaron a aumentar los precios en EE. UU. un 30% y reducir un 40% el gasto en publicidad. “Ya no podemos depender del mercado estadounidense”, afirmó. “Ahora estamos destinando más recursos a Europa, Canadá y México”. Añadió que dos de sus colegas ya han decidido retirarse completamente del mercado estadounidense.

Aunque Europa presenta desafíos como altos costos de entrada y complejas normativas fiscales, muchos vendedores se sienten atraídos por la menor competencia y mayores márgenes de ganancia. Algunos comentan que, a diferencia de EE. UU., donde el crecimiento puede ser rápido, en Europa se necesita operar en varios países a la vez para lograr volumen. Aun así, muchos consideran que vale la pena.

No obstante, hay preocupaciones. Algunos vendedores señalan que los costos en Europa —IVA, comisiones de plataformas, cumplimiento y entrega— pueden absorber hasta el 70% de los ingresos, dejando márgenes muy estrechos. A pesar de ello, otros argumentan que, con la subida del tipo de cambio y menor competencia, los beneficios en Europa son atractivos. “Con el cambio del dólar, estamos ganando más de 1,000 RMB al día sin problema”, comentó un vendedor.

En resumen, frente a la volatilidad arancelaria de EE. UU., cada vez más vendedores chinos están dirigiendo su mirada hacia Europa. A pesar de sus propios desafíos, el mercado europeo ofrece una alternativa estratégica para diversificar riesgos y buscar crecimiento a largo plazo.